Urge someter al PRI de Benito Juárez al proceso de selección interna; interinatos han provocado descontento, apatía y traición; en Cancún la "unidad priista" es de dicho no de hecho.
Provocan interinatos descontento, apatía y traición
Urge democracia en PRI de BJ
La "unidad priista" es de dicho no de hecho, aseguran líderes seccionales
Alejandro Vargas González
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Benito Juárez, requiere de una "cirugía mayor" y ser sometido a un proceso de cambio por medio de la elección interna de sus dirigentes, coinciden líderes.
Y es que los últimos cuatro líderes del PRI municipal, Pedro Reyes Pérez, Oliver Fabro Heildegger, Víctor Viveros Salazar, Paul Carrillo Cáceres, han sido impuestos bajo el esquema del interinato, lo que ha ocasionado malestar entre las verdaderas fuerzas priistas, dando paso a liderazgos que no representan a las corrientes populares y sociales por lo que las acciones partidistas desembocaron en descontento, apatía y traición.
En un sondeo con líderes seccionales del PRI a lo largo de municipio de Benito Juárez se observó que hay descontento por las imposiciones de dirigentes que no representan a las "fuerzas vivas del partido".
"Habemos priistas por convicción, pero no vamos a permitir que vengan improvisados a dirigir al partido en el municipio o gente que representa a grupos que traicionaron a Víctor Viveros a la hora de votar, o quienes que son priistas solo por conservar su trabajo.
"Muchos priistas apoyaban a Viveros, pero no a las personas que conformaban su planilla, por eso no votaron a favor de Viveros", aseguró una lidereza de la región 237.
"Lo que realmente queremos los verdaderos priistas de los diversos sectores, los que somos mayoría, es que haya elecciones, que los dirigentes sean elegidos por nosotros para que se den cuenta con quienes no estamos de acuerdo porque han traicionado y han hecho mal al pueblo", insistió.
Aunque está por definirse en el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación el triunfo o no de Víctor Viveros Salazar como presidente municipal de Benito Juárez, la elección no reflejó un crecimiento esencial del PRI municipal.
Por el contrario, la elección del pasado 3 de febrero dejó la enseñanza de que hay mucho descontento contra ciertos liderazgos que acompañaron en la fórmula a Viveros Salazar y que desembocaron en descontento, apatía y, peor aún, en traiciones.
El último presidente del PRI en Benito Juárez que fue sometido al escrutino de los consejeros fue Francisco Alor Quezada, y es partir de que al pasar como aspirante del PRI a la presidencia municipal cuando empiezan los interinatos que no parecen llegar a su fin.
Como se recordará el actual alcalde de Benito Juárez, Francisco Alor Quezada, cedió el cargo como dirigente de PRI municipal de manera interina a Pedro Reyes Pérez, quien al poco tiempo cedió el puesto a Oliver Fabro Heildegger. El paso de Fabro Heildegger por las oficinas de García de la Torre también fue efímero y en medio de serios cuestionamientos, hasta que llegó Víctor Viveros Salazar, también como presidente del PRI municipal pero de manera interina.
Al pasar a ser el abanderado del PRI a la alcaldía de Benito Juárez, Viveros Salazar deja el cargo al actual líder priista municipal, Paul Carrillo Cáceres, quien según sus palabras ya fue confirmado com dirigente del partido por el Consejo Político Municipal del tricolor, conformado por los 200 integrantes más sus suplentes.
La unidad del PRI, tan llevada y traída durante todo el pasado proceso electoral en Benito Juárez fue en realidad un "slogan" que nunca cobro esencia. Hoy sigue endeble en Benito Juárez.
Las fuerzas del partido están vivas como se pudo observar en diversos actos de proselitismo y en el triunfo de los disputados de los cuatro distritos electorales de Benito Juárez, pero en las bases hay mucha inconformidad, hay "sed de democracia".
El mimos Paul Carrillo Cáceres reconoció hace unos días que en el PRI de Benito Juárez hay focos rojos que se pusieron de manifiesto en la pasada elección.
Dijo que la inconformidad se registro en en la clase media y en los jóvenes, que representan el 33 por ciento del electorado, sectores que se abstuvieron de votar o prefirieron otras opciones.
Según los entrevistados, la virtud de Paul Carrillo no es reconocer que hay "focos rojos" en las filas priistas sino qué es lo que los está encendiendo. La respuesta no la podrá encontrar Paul Carrillo porque estar en la dirigencia municipal provoca males que se llaman "miopía y sordera", producidos por el poder.
En la actualidad, muchos de los líderes seccionales ya ven que Paul Carrillo padece de esos males y que se reflejan en autoritarismo, prepotencia y agresividad contra los mismos priistas a la hora de resolver los problemas que enfrenta el partido.
"La inexperiencia de Paul Carrillo lo lleva a actuar de manera agresiva, autoritaria y prepotente", coinciden líderes.
(Publicado en Luis M. Paz Garcia, Abril 1, 2008, 6:41 PM)