Toma delantera PRI con Ruiz en Chetumal

Camina por la libre Andrés Ruiz Morcillo

Desigual disputa por Chetumal


La lucha interna de partidos de oposición disipa amenaza al PRI  

Agustín Ambriz

Chetumal.- La contienda por el ayuntamiento de Othón P. Blanco comenzó mucho tiempo atrás del arranque oficial del proceso electoral, el pasado 1 de octubre, y a sólo cuatro meses de las elecciones municipales ya aventajan los aspirantes que actualmente desempeñan algún cargo público con presupuesto y personal bajo su mando.
En esta carrera desenfrenada por la sucesión de la capital quintanarooense, la ventaja la lleva el priista chetumaleño Andrés Ruiz Morcillo, cuya relación ha crecido en el equipo del gobernador Félix González Canto ha hecho suponer a sus seguidores que él será el ungido, por encima de su correligionario Francisco Flota Medrano.
Director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), Ruiz Morcillo ha competido desde una posición privilegiada en esta carrera. En  los últimos dos años no sólo manejó directamente un presupuesto de 278 millones de pesos en ?infraestructura de agua potable, saneamiento y drenaje pluvial? sino que también le fue concedido un crédito adicional de 315 millones de pesos para ?inversión pública productiva?.
El empréstito, que fue aprobado por el Congreso Local en julio pasado, se destinará presuntamente al ?programa de obras de infraestructura de agua potable y saneamiento en Cancún? y será pagado por el erario público en los próximos 16 años. Otra ventaja del priísta es la nómina de 200 personas bajo su cargo, lo que las suspicacias políticas ven como un potencial ejército de promotores del voto a favor del funcionario.
La campaña institucional de Ruiz Morcillo no ha parado un instante, ni siquiera en los aciagos días después del paso de ?Dean?, cuando funcionarios de CAPA aprovecharon la contingencia para repartir tinacos a cambio de credenciales de elector en apoyo al titular del organismo estatal, tal y como ocurrió en las colonias pobres de Bacalar.
El segundo en la lista interna del PRI con posibilidades reales es el diputado Francisco Flota Medrano, quien desde su curul ha emprendido la imperiosa batalla por convertir a Bacalar en el noveno municipio y ser el primer alcalde de la demarcación, pero como el proyecto sigue estancado en el Congreso, el legislador ha estado moviendo sus hilos para ser tomado en cuenta aunque sea para alcanzar un espacio en la fórmula de Ruiz Morcillo.
Como legislador, Flota Medrano ha recibido apoyos discrecionales del poder legislativo que han oscilado entre los 20 y los 40 mil pesos mensuales invertidos en despensas o servicios de salud para ir sumando adeptos a su causa.
La ?caja chica? de apoyos partidistas es una regla no escrita que opera con el consentimiento de los 25 legisladores pues cada quien recibe los suyos, aunque el tamaño de esta bolsa es tan austera o tan generosa, según sea la lealtad con el líder.
Dentro de este mismo esquema de competencia ha venido operando también el diputado David Álvarez Cervera, de Convergencia, quien si bien cuenta con la luz verde de su correligionario Valencia Cardín no así de la dirigencia estatal naranja que busca a toda costa impulsar la precandidatura de Daisy Baeza Rodríguez, procesada y declarada inocente en el juicio penal contra el ex gobernador Mario Villanueva Madrid.
La vieja factura que dirigentes morales de Convergencia, otrora priístas, deben al ex mandatario preso pretenden pagarla con esta candidatura a la mujer que lo acompañó durante su mandato y una parte en prisión. En Convergencia no hay un solo líder que no le deba su carrera política a Villanueva, por eso hoy su viejo colaborador Jorge Polanco, líder moral, y Wiliam Sosa, líder estatal, impulsan a Daisy como la futura candidata, mientras Álvarez ni siquiera figura en la lista hasta el momento.
De seguir polarizadas las posturas, el partido naranja sufrirá una ruptura que busca favorecer al PRI con el que Valencia ha insistido, sin éxito, formar la alianza para participar en las elecciones estatales de febrero de 2008. El destino que tome esta confrontación, dependerá de cómo termine la lucha encarnizada que libran Valencia y Sosa por el control de la dirigencia, además de la decisión de la dirigencia nacional naranja de irse en alianza con PRD y PT, posición que favorece al grupo polanquista.
En el PRD tampoco andan bien las cosas y las tribus ya saltaron al ruedo. El primero que levantó la mano fue el propio dirigente municipal perredista, Roger Peraza Tamayo. Si verdaderamente quiere obtener la candidatura tendrá que dar una gran lucha interna para vencer a la diputada Inés López Chan, de mejor currículum y trayectoria.
La balanza a simple vista se ve inclinada a favor de la legisladora, cuya oficina en el Congreso Local parece una romería de simpatizantes que acuden para solicitarle apoyos pero también para adherirse a ella, en contraste con el desértico inmueble donde despacha Peraza Tamayo, quien ya de por sí tiene bastante trabajo para conciliar entre las diferentes camarillas internas.
Pero en realidad la designación del candidato perredista dependerá de los acuerdos a los que lleguen las dirigencias nacionales con la inevitable alianza entre PRD, PT y Convergencia. En esta tercera vía, los pronósticos madrugadores ya adelantan una posible candidatura de fórmula entre los precandidatos ganadores del PRD y de Convergencia para completar la planilla municipal.
Sin duda el PAN no sufrirá de divisiones, pues no hay más candidato al ayuntamiento que el diputado Mario Leal Rivero, quien la tiene verdaderamente complicada ante la disminuida militancia panista en el municipio de Othón P. Blanco pese a que también ha repartido miles de despensas en colonias y comunidades de la demarcación.
La avanzada campaña electoral de los aspirantes a la capital quintanarooense ni siquiera fue advertida por el titular de la Secretaría de la Contraloría, Antonio Baduy Moscoso, quien horas antes del arranque oficial del proceso electoral de febrero entrante envió una circular a todos los funcionarios públicos para exhortarlos para abstenerse de no ?desviar recursos ni económicos ni humanos para efectos proselitistas?.