El tesoro social más importante

VOLUNTARIADOS DEL DIF ESTATAL
El esfuerzo, dedicación y vocación de servicio  que los voluntariados ejercen con cariño y corazón ha logrado cambiar el rostro de grupos vulnerables en sonrisas de esperanza

CHETUMAL
BASILIO ARÉVALO

A todas las personas que integran los Voluntariados del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Quintana Roo que preside la señora Narcedalia Martín de González los une diferentes motivaciones a dedicar parte de su tiempo al trabajo no remunerado.
Todos y todas coinciden en que el suyo es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad por decisión propia y libre.
Bajo la directriz de Polly Martín de González estas personas actúan desinteresadamente, sin perseguir ningún tipo de beneficio ni gratificación por su ayuda.
Cumplen a cabalidad la condición de ser intencionados, al perseguir un fin y un objetivo positivo buscando un cambio a mejor en la situación del prójimo y legítimo, al gozar de capacidad suficiente para realizar la ayuda; también  de cierto consentimiento por parte del otro que le permite que le ayude.
La misión de estas Damas Voluntarias es una acción justificada, porque responde a la necesidad real del beneficiario de la misma. El suyo pues, no es un pasatiempo ni un enfrentamiento sin más, sino que persigue la satisfacción de una necesidad basada en el esfuerzo personal y conjunto.
El Voluntariado complementa la labor de la administración pública y de los profesionales de la acción social; por ello y en palabras de la Primera Trabajadora Social del Estado, felicidades porque su misión de ayudar a los demás es un compromiso de solidaridad humana.