La salida de Juan Ignacio García Zalvidea "Chacho" junto con sus seguidores fue el tiro de gracia al PRD en el estado; hoy es un partido de servidumbre.
Remedos de perredistas intentan darle vida al partido
Sepultado, PRD en QRoo
La servidumbre de "El Goyo" Sánchez resiente estragos de la renuncia de "Chacho"
Alejandro Vargas González
La salida de Juan Ignacio García Zalvidea "Chacho" de las filas perredistas fue el tiro de gracia al PRD en el estado.
El verdadero perredismo en la entidad ya no existe; no hay quien lo represente ni quien lo impulse, todos los que quedan, sin excepción han traicionado sus principios y la razón de ser del Sol Azteca al buscar convertirlo en un partido de servidumbre o de bolsa de trabajo.
Los argumentos que ha empleado el reducido grupo de servidores de Gregorio Sánchez Martínez y que ahora son candidatos a algún puesto de elección popular, en torno a que la salida de Juan Ignacio García Zalvidea "Chacho" no afecta al PRD en el estado se invalidan si se toma en cuenta quiénes quedan y quiénes se han ido del partido del Sol Azteca en los últimos meses.
Los representantes del PRD en el estado lo fueron abandonando poco a poco, en la medida en que la dirigencia nacional perredista fue levantado el velo de la preventa de candidaturas y evadiendo los mecanismos democráticos empleados por ese partido en todo el país.
La elección, desde el inicio del PRD era el arma contra la corrupción política y la garantía de que todos los sectores y tribus quedarán representados.
En Quintana Roo las elecciones internas, el mecanismo purificador quedó relegado por el dinero que Gregorio Sánchez Martínez repartió para imponerse como candidato.
Hoy Gregorio Sánchez, conocido también como El Goyo por las acusaciones judiciales que pesan en su contra, experimenta las consecuencias porque sabe que la gente que asiste a sus actos van a ver el circo no a escuchar sus propuestas porque no las tiene, su soberbia no le permite emitir las palabras que necesita la gente que nada tiene.
La misma suerte corren sus candidatos a diputados que no saben hablar por si solos, que se respaldan en las ideas trilladas y que llaman a votar cuando no quisieron ser electos.
No saben hablar de la pobreza porque siempre han mamado de la ubre del gobierno estatal o municipal, saben estirar la mano más no utilizarla para trabajar.
Y es que el PRD se quedó sólo. Nadie puede negar que Marybel Villegas tiene más capital político que Luz María Beristaín, o cuando menos mayor presencia.
Tampoco a nadie se le escapa que el diputado Marcos Basilio representa a un sector más amplio que Julián Ricalde Magaña, o que Gelmy Villanueva además de ser una respetada perredista avasalla a Ivanova Pool o a niña Karol que dificilmente puede expresar una idea.
Y así, la lista puede seguir, pero el resultado será el mismo. Nadie de los que quedan representan al verdadero PRD, al perredismo que surge los clases populares y que es para las clases populares.
El seudo perredismo que hoy se pregona suena hueco, al igual que todos sus candidatos a puestos de elección popular.
El minigrupo de perredistas que representan Luz María Beristain, Julian Ricalde, María Eugenia Córdoba, Isauro Pool y Latife Muza, representan menos de 10 por ciento del PRD en Benito Juárez. Y lo peor de todo que de es porcentaje esta deslavado.
Estas personas son todos cobran en el ayuntamiento de Francisco Alor.
La farsa que han montado el minigrupo de perredistas a sueldo de ?El Goyo? Sánchez Martínez, como lo identifica la Procuraduría General de la República (PGR) a este sujeto por sus presuntos vínculos con lavadores de dinero, es la crónica de la derrota electoral.