"Todos unidos en defensa de la vida"

Apoya y da visto bueno a la reforma al Artículo 13 d la Constitución de Q.Roo

Complace a Obispo respeto a la vida

Monseñor Pedro Pablo Elizondo resaltó la labor de los medios de comunicación en la difusión de la "cultura de la vida", y llamó a los ciudadanos a comprometerse en su defensa

CANCÚN
MOISÉS CUPIDO

Después de aprobarse en el Congreso del Estado las Reformas del artículo décimo tercero de la Constitución Política  en donde se tutela y explica acerca del derecho a la vida. Se integró el párrafo para ?proteger la vida desde el momento de la concepción?; El Obispo del Estado, Pedro Pablo Elizondo, reconoció, se congratulo  y apoyó dicha determinación, aseverando que esta protege y garantiza el derecho a la vida de todo ser humano desde el momento de la concepción. Que es bueno que en estos momentos de la situación que se vive se legisle a favor de la vida y por la cultura a la vida.
Manifestó que sin duda esta iniciativa aceptada, provoca que instituciones y personas a favor del derecho a la vida, apoyen de manera positiva e irrevocable esta ley, la cuál ?mencionó el Monseñor- no es una mera reflexión, ni tampoco es sólo un mandamiento destinado a sensibilizar la conciencia y a causar cambios significativos en la sociedad; menos aún ?preponderó- una promesa ilusoria de un futuro mejor, sino que el Evangelio de la Vida es una realidad concreta y personal, porque consiste en el anuncio de la persona misma de Jesús, el cuál se presenta a todo hombre.
Aseguró que se viven días de constantes iniciativas, declaraciones y medidas concretas para la protección de los derechos humanos, pero que sin embargo de manera contrastante, como sociedad estamos dejándonos invadir por modos de pensar y actuar que van configurando una ?cultura de la muerte? y no una cultura de la vida; ?no se trata sólo del fenómeno de la violencia que sufrimos en diferentes partes de nuestra Nación, tales como las ejecuciones, secuestros, homicidios, suicidios, y otros más, sino de normas legales que pretenden consagrar principios contrarios al derecho fundamental de la vida? dijo.
Ninguna motivación, por legítima que parezca, justifica el aborto directamente provocado. Nadie es propietario de la vida de un ser humano, ni siquiera el padre o la madre; y nadie puede ponerse en lugar del ser concebido para preferir en su nombre la muerte o la vida. Esto mencionado con base a la Declaración de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el aborto, Nro. 14, l8.XI.74).
Prosiguió diciendo que la defensa de la vida no parte de un dogma religioso, sino de un principio de derecho natural, accesible a la razón, fundado en la realidad del hombre y su dignidad, que en consecuencia, no es una verdad dependiente de solas convicciones religiosas, si no que  la defensa de la vida humana desde su concepción es asumida por la misma ciencia. Es la ciencia la que nos confirma que aun antes de nacer, el ser concebido es una persona, y sujeto de pleno e inalienable derecho a la vida, el deber de la sociedad es protegerlo adecuadamente.
Dijo que los códigos civiles de varios estados, e incluso del Distrito Federal así lo entienden y lo establecen: ?Desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le tiene por nacido?. (Artículo 22 del Código Civil del DF). Negar este deber del ordenamiento jurídico es arbitrario e ilegal.
A lo anterior, enfatizó que él y los demás Obispos como pastores, no pueden desentenderse de personas en delicadas y penosas situaciones que afectivamente podrían impulsarlas a la drástica decisión del aborto ?aseguró-  pero que de ellas se deben preocupar efectivamente con justicia, amor y solidaridad; no obstante recalcó que tampoco estos casos pueden hacer vacilar en la protección de quien sin culpa alguna, sería llevado a la muerte, ya que por los casos que en el ejercicio de su ministerio le ha tocado acompañar. Manifiesta que los Obispos saben del daño que produce en la conciencia y en la mente de una mujer la realización de un aborto.
En este sentido, recalcó que el mensaje cristiano sobre la vida está ?escrito de algún modo en el corazón mismo de cada varón y mujer?, y que resuena en cada conciencia desde el principio, es decir, desde la misma creación, de modo que, a pesar de los condicionamientos negativos del pecado, también puede ser conocido por la razón humana en sus aspectos esenciales. Ahí mismo, recalcó que desde el inicio del pontificado del papa Juan Pablo II (qpd), esté lanzó al mundo el desafío de valorar y cuidar la vida frente a los grandes peligros y amenazas que se ciñen sobre ella, manifestando que este desafío se concretó en una propuesta llamada ?La cultura de la vida?.

Ejemplo de conducta

Y es que sin duda, al entrar a este tema de ?cultura de la vida?, el Monseñor reflexionó sobre esta, mencionando que esta no sólo influye en la conducta individual, sino que también en las opciones legislativas y políticas, las cuales, -argumenta- producen movimientos culturales que por desgracia, a menudo obstaculizan la auténtica renovación de la sociedad, añadiendo que la cultura orienta las estrategias de la investigación científica que hoy más que nunca, es capaz de ofrecer medios potentes, aunque desafortunadamente no siempre empleados para el verdadero bien del hombre.
?Los fundamentos y las dimensiones de la cultura de la vida pasan por los grandes temas de la creación, mostrando que la vida humana debe percibirse como don de Dios. El Hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, está llamado a ser su colaborador libre, y al mismo tiempo, responsable de la "gestión" de la creación; por esto vale la pena reafirmar el valor inalienable de la dignidad de la persona, que distingue a todo hombre, desde la concepción hasta la muerte natural; el valor de la corporeidad y su significado personalista; la familia como comunidad de amor y de vida? enfatizó.
Hizo hincapié y afirmó que son fundamentales también los medios de comunicación para una mayor difusión de la cultura de la vida, así como la necesidad de todos de comprometerse en el testimonio personal en su favor, dejando claro que en este ámbito es preciso recorrer todos los caminos que favorezcan al diálogo, todo con la convicción de que la verdad plena es sobre que el hombre apoya la vida.
 

En este comentario mencionó que a los creyentes los sostiene parado el entusiasmo arraigado en la fe, los cuáles deben tener presente que ?La vida vencerá? ya que esta es para todos una esperanza segura, y que si la vida vence, es porque la verdad, el bien, la alegría y el verdadero progreso están de parte de la vida; y de parte de la vida está también Dios, que ama la misma vida y la da con generosidad. Agregó que la realidad del hombre no limita ni bloquea su ser ni su hacer, y que la realización de la alegría plena de la persona exige vivir y comunicar su relación con Dios y con el Evangelio de la Vida, ya que ahí se respeta y promueve la vida, se vive la paz que se convierte en atmósfera alegre y operante de la convivencia social.
?En síntesis puedo decir que recuerdo y apoyo las palabras del pontífice Juan Pablo II; donde nos dice que el cambio cultural en el que vivimos, nos exige a todos el valor de asumir un nuevo estilo de vida que se manifieste en poner como fundamento de las decisiones concretas, la justa escala de valores, la primacía del ser sobre el tener de las personas sobre las cosas, la cual implica pasar de la indiferencia al interés por el otro y del rechazo a su acogida? apuntó.
Reconoció que el Evangelio de la vida y la defensa de esta, no es exclusivamente para los creyentes, sino que por el contrario es para todos; el tema de la vida y su defensa y promoción no es prerrogativa única de los cristianos, esta se trata de un valor que cada ser humano puede comprender también a la luz de la razón, y que por tanto, afecta necesariamente a todos ?argumentó-.

Vida somos todos

Dijo que la causa de la vida no discrimina ni segrega, mucho menos que no hace acepción de personas; ya que esta no está contra nadie, sino a favor de todos, especialmente de los más débiles, indefensos, marginados y pobres. ?Cuando la iglesia declara el respeto incondicional del derecho a la vida de toda persona inocente -sea esta desde su concepción hasta su muerte natural- está promoviendo una verdad que está a la base de toda sociedad civil y quiere promover un Estado humano, un Estado que reconozca como su deber primario, la defensa de los derechos fundamentales de la persona humana?.
Recalcó en ese sentido que el radicalismo de los desafíos que plantean hoy a la humanidad, por una parte, el progreso de la ciencia y de la tecnología, y por otra, los procesos de laicización de la sociedad y su relativismo utilitarista, exige un esfuerzo intenso de profundización de la reflexión sobre el hombre y sobre su ser en el mundo y en la historia.
El Monseñor Elizondo, ofreció exclusivamente para esta casa editorial una definición y un acercamiento de cómo surgió el término ?Cultura de la Vida?, donde explicó que esta es una frase con la que se pretende resumir una línea de pensamiento respecto a la vida humana, la cual debe respetarse desde la concepción hasta la muerte natural, de tal forma que la cultura de la vida es contraria a las prácticas destructivas de la vida humana, tales como la investigación de células madre embrionarias, el aborto, la eutanasia, los métodos anticonceptivos, la pena capital y la guerra.
Y, que esta cultura ha sido usualmente contrastada por figuras políticas y religiosas con la llamada "cultura de la muerte". Agregando que como tal, esta cultura sirve como una frase utilizada por los políticos, para englobar su pensamiento precisamente político respecto a estos temas sin tener que explicarlos uno por uno.
Dijo que la expresión debe su origen al Papa Juan Pablo II, quien la utilizó por primera vez en una gira por Estados Unidos en 1993, donde hablando con periodistas en el "Stapleton International Airport" esto cerca de la ciudad de Denver, Colorado; el Papa denunció el aborto y la eutanasia, diciendo que la cultura de la vida significa respetar a la naturaleza y proteger el trabajo creado por Dios, de una forma especial, quiere decir respetar la vida humana desde el primer momento de la concepción hasta su final natural.
Pedro Pablo Elizondo finalizó agregando que el Papa regresó al tema en abril de 1995, esto a través de la encíclica ?Evangelium Vitae? es decir Evangelio de la Vida, lo cuál dice que en nuestro contexto social actual, está marcado por una dramática lucha entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte, y que en esta se necesita desarrollar un profundo sentido crítico capaz de discernir los valores verdaderos y las auténticas necesidades.

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Aprobación del Artículo XIII

Vale recalcar que la líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Elina Coral Castilla, dejó en claro que los Diputados del tricolor no tienen ninguna ?línea? en torno a esta ley de favor a la vida, y dijo que es un tema difícil que necesita de un análisis general y delicado, a lo que la diputada Fernández Piña, también estuvo de acuerdo, ya que después de su aprobación dijo que es necesario que se realicen foros para que haya un consenso total, y que si bien, en este momento no es tema prioritario para el PRI, ella es respetuosa de los temas de las mujeres, porque hay tratados internacionales, de escuchar la voces de las mujeres, y antes de tomar una decisión radical lo prudente es hacer un análisis. A lo que también manifestó que dicha Reforma no se puede aprobar de manera rápida, porque los grupos parlamentarios la tienen que analizar.
Por último y para acabar con un buen entendimiento del tema, es importante mencionar que la ley del articulo 13 de la Constitución Política del estado de Quintana Roo, se planteó y quedó de la siguiente manera: ?El Estado de Quintana Roo reconoce, protege y garantiza el derecho a la vida de todo ser humano, al sustentar expresamente que desde el momento de la concepción entra bajo la protección de la ley y se le reputa como sujeto de derechos para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte. Salvo las excepciones que establezca la ley?.
Sin embargo, la iniciativa original sufrió grandes cambios para no dejar lugar a dudas que en Quintana Roo continuarán vigentes las eximentes de responsabilidad para quien tenga la necesidad de practicarse el aborto tal como se expresa en cuatro causales que se encuentran contempladas en el Código Penal de la entidad en su artículo 97.
Es decir, se garantizará en la propia Constitución Política de Quintana Roo que aún y cuando en la entidad está penado el aborto, éste no será punible cuando el embarazo se de como consecuencia de una conducta culposa de la mujer, cuando el embarazo sea resultado de una violación, cuando a juicio de por lo menos dos médicos exista razón suficiente para suponer que el producto padece de alteraciones genéticas o congénitas que den como resultado el nacimiento de un ser con trastornos físicos y mentales graves, y finalmente, cuando a juicio del médico que atienda a la mujer embarazada, sea necesario el aborto cuando peligre la vida de la madre.
Vale decir que la propuesta de modificar este artículo de la Constitución así como aplicarlo fue promovida por la Diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Laura Fernández Piña, quien dicho de alguna manera, ha encendido toda clase de reacciones en Cancún por parte de grupos que respaldan la medida o que la destrozan al considerarla supuestamente un ataque frontal al derecho que tienen las mujeres a decidir.