Caribe Empresarial

 

No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ?Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová?. (Romanos 12, 19)

 

Por Alberto Barrios

 

* La Fiesta del Acarreo y la Abstención

* PAN, Infiltrado y sin Principios

* Cancunenses, Votar no es Primordial

 

 

Damas y caballeros, niñas y niños, el carísimo espectáculo político electoral escenificado este pasado domingo 5 de julio tanto en el país como en Quintana Roo ya ha sido muy visto y aplaudido por el respetable que, en el caribe mexicano, prefirió asolearse  y consumir sus cervezas en la playa antes que ir a votar porque los actores y las marrullerías son las de siempre. Veamos: desde muy temprana hora, cientos de preocupados ciudadanos, militantes políticos la mayoría, se apostaron en casillas para recibir, contar y vigilar los votos de sus conciudadanos. En la zona hotelera, los representantes de casillas, Carlos Constandse y Arturo Escaip -director de Xcaret y rector de la Unicaribe-, entre tortas y risas, a las 12 del día no habían contabilizado ni el 10 por ciento de los electores registrados en esa zona de ricos y millonarios, pese a que el arquitecto Constandse invitaba a todos los del dedo negro a asistir gratuitamente a Xcaret. En la franja ejidal, en cambio, a esa hora se movilizaban cientos de taxis y combis que se habían concentrado desde temprana hora a un lado del ashanti -el antro propiedad de quien ya saben-, así como en las casas de campaña del priísta Carlos Joaquín González y de la perredista Berenice Polanco, para protagonizar el clásico acarreo y la tradicional marrullería de priístas y de perredistas. Ya por la tarde, esos mismos taxis y combis de la Untrac y de la asociación de chiapanecos hacían fila en las casas de campaña de estos candidatos para cobrar sus 500 pesotes por acarrear votantes, al mismo tiempo que en el parque Las Palapas los priístas, con la delgada Lupita Novelo a la cabeza y un sudoroso Juan Ignacio García Zalvidea, se apoderaron del auditorio para festejar el triunfo de un agradecido y modesto Carlos Joaquín González, quien ya se ve como el candidote a la gubernatura, aunque no le guste al de allá arriba. Caso patético fue el de la perredista Luz María Beristaín por quien no votaron pero ni sus vecinos, lo cual sinceramente no creo que le importe, porque el dinero que se gastó no era de ella, además de que regresa al Congreso a seguir usufructuando recursos públicos como diputada local. A los panistas les fue como ya se veía venir, debido a varias razones, entre las más destacables, el pésimo y gris trabajo legislativo de la diputada federal saliente Yolanda Garmendia, quien sinceramente se ganó la rifa sin haber comprado boleto hace tres años. Carente de personalidad, la diputada abonó para la derrota de su partido y su futuro tendría que ser el ostracismo político, pero los panistas son capaces de premiarla con una delegación federal. Otros factores que incidieron en la debacle panista: haber permitido el arribo de una arribista como Marybel Villegas, quien de perredista pasó a ser panista, como parte de la cuota de poder que manejan dentro del PAN los García Zalvidea; el desgaste que ocasionó el pleito que se traen el presidente municipal panista de Benito Juárez,  Victor Sumohano y la regidora panista Patricia Sánchez contra José Hadad, coordinador de los diputados locales panistas y Sergio Bolio Rosado, presidente estatal del PAN. Los primeros responden a los intereses del gobernador y los segundos son anodinos por vocación. Entre ambos grupos han hundido al PAN, un partido secuestrado por grupos empresariales y políticos de muy perversa naturaleza que impiden el incremento de su militancia porque eso les restaría poder y control. Los panistas se creyeron que serían premiados por los ciudadanos dado que Felipe Calderón se encuentra en pleno combate contra la delincuencia a lo largo y ancho del país. Así entonces, confirmado, el PAN es la gran decepción. Además, ciertamente, muchos de los ciudadanos que votan optaron por entregarle su más preciado tesorito electoral a los dinos y a los juniors del sistema priísta, con lo cual se demuestra que no hay duda: tenemos los gobernantes que nos merecemos.

 

CUANDO DESPIERTE EL DINOSAURIO, ¿ESTARÁN TODAVIA LOS CIUDADANOS AHÍ?