Noticias de Cozumel
Redacción
La crisis turística en la Isla de las Golondrinas que se presenta con cada temporada baja parece agravarse este año, y eso que aún no se sienten los estragos de la recesión económica en Estados Unidos, el principal mercado para la ínsula.
El barómetro turístico marca un raquítico 26.16 por ciento de ocupación en los centros de hospedaje de Cozumel, números que afectan a todos los prestadores de servicios turísticos desde hoteleros a "jaladores" de restaurantes, ya que prácticamente no se ven turistas andando por las calles de la zona turística isleña.
El índice de ocupación en los centros afiliados a la Asociación de Hoteles y Moteles de Cozumel, llega apenas a un 26.16 por ciento de 3 mil 425 habitaciones.
La crisis en la economía de Estados Unidos es en particular complicada para los destinos turísticos, ya que si bien los estadounidenses acostumbran ahorrar con tiempo para sus vacaciones, estos preferirán viajar dentro de su propio país para ahorrar en gastos.
La escasa presencia de turistas es evidente en el centro de la ciudad, donde los negocios de todo tipo lucen semivacíos y las ventas han caído a niveles que son bajos, incluso para un mes de septiembre, cuando estadísticamente se sabe que ocurre la peor temporada baja del año.
Aunado a lo anterior, la devaluación del peso frente al dólar alejará al turismo nacional del Caribe mexicano, ya que todos sus precios están estimados en dólares y por tanto, para los paisanos el destino se vuelve poco accesible para las mermadas economía.
Esto sin duda traerá un menor número de turismo mexicano a la isla, que sumado a la baja en las expectativas de visitantes estadounidenses, dejan un negro panorama para los prestadores de servicios.
Respecto al turismo proveniente de los cruceros, estos continúan llegando en los números previstos para la temporada de baja afluencia, aunque se nota una sensible baja en las compras que estos realizan en los comercios y restaurantes de la localidad.
Sin embargo, todas las previsiones dependen ahora en parte de la grave crisis económica en Estados Unidos y la presencia de barcos como éste será un termómetro para saber qué esperar, tal como lo esperan numerosos comerciantes y empleados de las tiendas de la zona centro.