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?Cada cuatro años se gradúa un grupo de maestros, así como niños y jóvenes instrumentistas que estudian en la Escuela Estatal de Música; los egresados son profesionales exitosos que laboran o continúan sus estudios en diversas instituciones de nuestra ciudad, estado, país y en el extranjero.?
Lo anterior fue comentado por Manuel Valencia Cardín, secretario de Cultura de Quintana Roo, durante el festival de clausura del curso 2008-2009 de este plantel, en el teatro Constituyentes del ?74.
Agregó el funcionario que ?la música debe estar disponibles para todos y no se debe discriminar ningún género, pues cada uno aporta algo al mundo de la música; hay que aprovechar la oportunidad de incluir la música en cualquier etapa de nuestra vida. Nunca es demasiado tarde para empezar, por ello la Secretaría de Cultura apoya y promueve las actividades musicales de nuestro próspero y joven estado?.
El festival inició con la Orquesta Sinfónica Juvenil, dirigida por Silvia Alcántara Chavero, que interpretó la marcha Preludio de Marc Antonio Carpentier y la Danza de los marineros rusos de Reinhold Gliére.
A continuación, Beatriz Serna García, alumna de la cátedra de piano que imparte Flavio May Pech, tocó The harebell de William Smallwood. Luego, el coro que dirige Félix Rubén Pérez Escalante cantó a capella Querido mayo de Mozart y el negro espiritual Joshua fit the battle of Jericho.
Por su parte, Arnet Pérez Canul, alumna de la cátedra de violín a cargo de Arnulfo Cruz Camacho, recreó el segundo movimiento del concierto en Si menor para viola, de O Rieding, acompañada en el piano por José Manuel Cortés Loría.
Pequeños de la cátedra Ven a jugar con música I y III que imparte Olga May Chan, tocaron con pianica y cantaron La granja de mamá y Una vez hubo un juez, acompañados en el teclado por Flavio May Pech.
Participantes de la cátedra de cuerdas a cargo de Claudia Ivette Acosta interpretaron la Sonata para fagot y violonchelo 292 de Mozart. Edward Chí Ortiz, alumno de Elizabeth Fernández Guerrero, recreó en el piano A mi manera.
Alumnos de la cátedra de batería a cargo de Mario Enrique Cortés Mugartegui formaron un ensamble para interpretar Two plus one. Jonathan Catalán, alumno de Mario Pech Rivero, tocó en el piano el Preludio en Do menor de Bach.