Una capital "sin vida"

Multas para quien no cumpla disposiciones


La actividad económica esta paralizada por el cierre de negocios y centros de reunión; denuncian cierra de hospitales a pesar de la crisis

Juan Aguilar
Chetumal

La capital del estado lució este viernes primero de mayo, como una ciudad fantasma, luego de que las autoridades municipales anunciaran el cierre temporal de centros de diversión, comercios y restaurantes, como parte de las medidas para evitar la propagación del virus de la influenza porcina.
Antes de que fuera decretada la alerta en etapa 5, por parte de la Organización Mundial de la Salud, los Ayuntamientos de todo el estado habían recomendado a los propietarios de discotecas, bares, restaurantes y establecimientos de otros giros a laborar con un 50 por ciento de su capacidad, con el objetivo de evitar encuentros masivos que pudieran propiciar la propagación del virus.
Sin embargo, a partir de este jueves 30 abril, el Comité Municipal de Salud de Othón P. Blanco estableció el cierre total, aunque de manera temporal, de los cines, centros de diversiones infantiles, centros nocturnos, balnearios y otros lugares de entretenimiento, que persiguen el mismo fin.
Por ello, la ciudad de Chetumal lució desierta este viernes, el legendario Cinema Campestre y Cinépolis de la Plaza de las Américas hicieron caso de las recomendaciones de las autoridades; también se observó muy poca gente en la Avenida de los Héroes, que es el corazón del comercio de la capital del estado.
En caso de no acatar estas disposiciones preventivas, la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento capitalino está facultado para supervisar, y en su caso, clausurar y multar a quienes incumplan las disposiciones, pues se trata de una medida que han tomado las demás ciudades del país.
Sin embargo, quienes tenían la obligación de laborar este viernes, aunque fuera día de asueto, era las clínicas el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), quienes permanecieron cerrados a pesar de que todo Quintana Roo y todo el país se encuentra en una etapa de contingencia de salud, por causa del virus de la influenza porcina.