Más muertos en Puerto Cancún

Ya suman 5 albañiles caídos de los cuales 2 han sido decesos en esta construcción que trabaja sin las medidas de seguridad necesarias y sin la supervisión de personal capacitado.

El día de ayer alrededor de las 13:30 horas, Puerto Cancún cobró una vida más ya que un albañil de nombre Nicolás  Gómez de la Cruz  de 30 años de edad y originario de Tabasco cayó desde un noveno piso por lo cual murió instantáneamente.

Cabe mencionar que hasta el lugar se presentaron agentes del ministerio público, judiciales, peritos y hasta protección civil para dar fe del levantamiento del cuerpo el cual fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizarle la autopsia de ley.

En lo que va de año, la construcción de Puerto Cancún ha tenido un total de 5 personas que se han caído de diferentes pisos, de los cuales 2 han fallecido. El más reciente fue Adolfo López Pérez de 29 años, originario del estado de Tabasco, que según unas versiones, resbaló de una escalera a 2 metros de altura pegándose con la esquina de una puerta en la cabeza y por tal, murió al instante.

Este caso se dio en el  sexto piso del condominio de nombre Bella Vista Tours, ubicado sobre la avenida Bonampak , en el mismo complejo Puerto Cancún.

Según versiones extraoficiales, los empleados que trabajan en estas construcciones carecen de seguro médico o de vida, ya que los trabajadores son reclutados -a veces el mismo día- por personas que acuden al parque ubicado en "El crucero" y contratan a personas que se encuentran desempleadas, ansiosas por llevar ingresos a su casa sin importarle las condiciones de trabajo a las que sean sometidos: largas horas de trabajo, salario miserable o lo que es peor a todo, sin las mínimas medidas de seguridad necesarias para proteger sus vidas.

Explotados por necesidad

Las constructoras que están edificando Puerto Cancún se están aprovechando de la crisis de desempleo, contratando mano de obra casi regala, además de explotar a todos los que acceden a trabajar con ellos, que en su mayoría son analfabetas que sólo buscan el sustento diario trabajando, sin importarles el ser explotados.

En un recorrido que realizamos por dichas construcciones nos percatamos que la mayoría de los alarifes, sobre todo los que están en zonas de peligro, trabajan sin ningún tipo de protección y en edificios como estos que llegan hasta los 20 pisos.

Es así como muchos de estos empleados por llevarse un plato de comida a la boca y mandar dinero a la familia pierden la vida, sin que su familia reciba el beneficio monetario de seguro de vida por el tiempo que haya laborado el trabajador.

Esperemos que las autoridades competentes tengan presente la situación de los empleados de este proyecto, además, se exhorta a los inversionista del mismo para que vean por el bienestar de los empleados que algunos casos son menores de edad, esto ante la urgencia por construir de unos, y la necesidad de ingresos de los otros, dualidad que impide a ambos darse cuenta del riesgo que corren sus vidas al laborar en estas condiciones.

Por Lázaro Greno Álvarez