Ciudad de México
Agencias
En México uno de cada cuatro niños de entre cinco y 11 años de edad tiene sobrepeso u obesidad, mientras en adolescentes lo padecen uno de cada tres, reveló la Encuesta Nacional de Coberturas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) .
De esa manera, México se ubica en el primer lugar a nivel mundial de infantes con obesidad, por lo que este problema no es privativo de la población adulta, aseveró Beatriz García Castillo, jefa del Departamento de Nutrición del Hospital Regional número 1 Carlos MacGregor Sánchez Navarro.
La especialista explicó que ahora se ve en los consultorios del IMSS a más menores con enfermedades que antes eran exclusivas de adultos; como diabetes mellitus 2, hipertensión arterial, malestares cardiovasculares, aumento de triglicéridos y colesterol.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, García Castillo expuso que la alimentación sana es básica en el desarrollo de las personas, ya que proporciona calidad de vida en la medida que se logre el equilibrio en lo que se consume.
Se debe consumir todos los tipos de alimentos: cereales, legumbres, frutas, verduras y carnes, según la actividad física que se haga, ya que los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio han disparado los índices de sobrepeso y obesidad infantil, que se han convertido en un problema de salud pública.
La experta destacó la importancia de que los jóvenes adopten nuevos hábitos de alimentación e incrementen la actividad física, incluso, añadió, una buena alimentación comienza desde la lactancia.
Recomendó dar preferencia a los alimentos naturales frente a los industrializados, evitando añadir sal o azúcar a todos los platillos que se preparan. "Es básico tener una alimentación adecuada en la infancia para ser un adulto sano", aseveró.
Alexis tiene nueve años de edad, cursa tercer grado de primaria y desde junio asiste a consulta con la dietista del Hospital de Psiquiatría de la Unidad Médica Familiar (UMF) número 10, donde llegó con 58 kilogramos de peso y ya bajó a 43.
Su problema "es que después de cualquier comida, siempre buscaba algo más, comía mucho y todo el día; ahora sigo la dieta que me dan aquí, en el Seguro Social, y ya no me da mucha hambre, además, como cosas que ahora me gustan, las frutas y verduras" , relata.
María Dolores Gascó y Gasava, de 56 años, paciente diabética e hipertensa del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Regional número 1, consideró importante enseñar a los niños y jóvenes la mejor forma de alimentarse y empezar por la casa, pues a veces sólo se heredan malos hábitos alimenticios.