JAIME CAMIL asimila el éxito

EN EL 2008 HIZO CINE, TEATRO Y TELEVISIÓN
El protagonista de ?Las tontas no van al cielo? fue uno de los rostros más vistos del año que está a punto de terminar

CIUDAD DE MÉXICO
AGENCIAS

Jaime Camil trabajó este año en la puesta en escena ?La lámpara de Aladino?, en la telenovela ?Las tontas no van al cielo?; las cintas ?El soldado Pérez? y ?Regresa? y prestó su voz a un guacamayo en ?El agente 00 P2?, cuyo estreno está contemplado para febrero próximo.
- ¿Hay algo que extrañas mucho de antes de ser tan conocido?
- Definitivamente, no me quejo de lo que ha pasado, lo veo como una bendición y el reflejo de una carrera exitosa. Pero antes llegaba en moto a un pueblito, comía tacos de chapulines y andaba solo, ahora apenas llego y ya hay 40 personas que quieren una foto. Agradezco la atención, pero luego ya no hay mesura. Antes se acercaban con cautela, ahora, si bien te va, piden que les cantes o una vuelta en el coche.
- Pero también hay otro tipo de personas, ¿no es así?
- ¡Sí! Son como ángeles, como vengadores anónimos. Me ha tocado en restaurantes que después de 15 fotos, alguien grita que ya me dejen y que me dejen comer. También tengo a veces ciertas deferencias, aunque sin buscarlas. Si voy al cine, me formo, pero a veces alguien me dice que pase antes para conseguir un buen lugar.
- ¿Cuál fue el momento más divertido de este año?
- Siempre me la paso bien, aunque, claro, el ritmo de las telenovelas de jornadas de trabajo interminables, de lunes a lunes, es cansado. Pero yo soy como el rebelde. De repente le digo a Rosy Ocampo (productora de ?Las tontas...?) que me de un día libre, porque si no quedo loco y que no me den llamado antes de las 10 de la mañana. Pero no lo pido para dormir más, sino para poder ir al gimnasio.