Otra Semana Santa sin playas

Olvidan potencial turístico del Caribe Mexicano
Cancún como destino, enfrenta una crisis turística por la pérdida de playa porque ofrece sol y playa y los " geotubos no lograron rehabilitar de arena este balneario mientras el Secretario de Turismo Federal manosea el Proyecto de Recuperación de Playas pero no lo activan; en suma gastos y buenos deseos tirados al fondo del mar

REDACCION/EQUIPO
LA VERDAD Q.ROO

La erosión en las playas de Cancún se trata de un proceso natural, sobre todo porque este destino turístico se ubica en una zona de riesgo de tormentas tropicales y huracanes de junio a noviembre y la presencia de nortes de diciembre a febrero. Por lo mismo expertos reiteran: "Es una situación que ya debemos acostumbrarnos a ver como un proceso natural, porque nada es permanente; vivimos en un sitio en donde las condiciones del clima propician esta situación, y son parte de las característica de la región". Sin embargo, que el hecho de que la pérdida de playa se trate de un proceso natural no significa que se caiga en la apatía y negligencia y no se lleven a cabo acciones para mitigar la erosión, por lo que es necesario buscar alternativas para que se pierda la menor cantidad de arena posible en las playas.
Cabe recalcar que aquel proyecto de ?perdidas millonarias? del primer rescate de playas con los famosos geotubos que se tomo como medida para retener la arena de las playas de Cancún y mitigar la fuerza del oleaje; no son, ni fueron a solución en el 2006; si se trata de una buena alternativa que cumple con la función de retener la arena y que en caso extremo no implicará mayores riesgos o daños. Ahora viene otra etapa del ?rescate de playas y esperan que no se sobrepongan otros intereses al objetivo principal,  es necesario valorar la inversion millonaria que se va a derramar y deban analizar la posibilidad de contar de manera permanente con una draga en el destino, para que cada vez que pasen los meses de huracanes o de nortes y se registre erosión, entre la maquinaria a reponer los arenales tal y como ocurre en otros sitios del mundo; y volvamos a tener al ?paraíso en la tierra que lo es Cancún?
Las evidencias han arrojado malas experiencias;  que el proyecto de recuperación de playas no ha servido y porque con la colocación de geotubos como medida para frenar la erosión tampoco ofreció resultados. En conclusión Cancún como destino, enfrenta  una crisis turística por la pérdida de playa porque ofrece sol y playa y los ?preciados geotubos; no lo lograron.  Todos los sectores de Cancún como el ambiental, las autoridades de los tres niveles de gobierno, los hoteleros y la iniciativa privada en general deben analizar seriamente la situación y establecer propuestas viables encaminadas a revertir el creciente problema de erosión que enfrentan las playas del destino, sobre todo cuando cada año está latente la posibilidad de que azote al destino otro huracán. Y aunque muchos no quieran aceptar la realidad cáotica; no se puede negar que Cancún como destino enfrenta una gran crisis por la pérdida de sus playas; porque lo que ofrece al turismo es Sol y Playa y si está no existe y no se Rescata YA; enfrentará la peor crisis de su historia en la caída turística, mientras otras zonas tomarán sus realces.
Preocupa a los hoteleros; empresarios y autoridades estatales y municipales, esa ausencia de arenales en las playas de Cancún; revelan y aceptan que esta situación ha obligado a agencias y empresarios turísticos internacionales a llevar a sus clientes a destinos como Punta Cana, Jamaica, y Puerto Vallarta, Jalisco, para evitar perderlos.
Empresarios y autoridades han destacado que en 2007 República Dominicana erogó 19 millones de dólares para tal fin, y entre este año y 2009 canalizará otros 21 millones de dólares. Han comentado que la falta de playas en Cancún es un tema recurrente en Internet, y en ferias turísticas internacionales los hoteles de la Riviera Maya enfrentan cada vez más problemas para ofrecer sus servicios.
La Asociación de Hoteles de Cancún ha pugnado y presentado, junto con representantes de varias centrales obreras, el proyecto de estabilización de playas Nuevo Arrecife Cancún, con el cual se buscará mejorar la imagen del Caribe mexicano y la Riviera Maya. Los empresarios han señalado que el rescate de los arenales no duraría más de 90 días con una inversión de 38.5 millones de dólares.

IMPARABLE EROSIÓN

El ya ?manoseado y famoso rescate de playas?; ha quedado sólo en fallas; gastos tirados al fondo del mar?; en promesas; planes y proyectos quedados en ?castillos de arena?. Han quedado en fotos y vacaciones de funcionarios federales y en ?caravaneos de funcionarios locales?; pero del rescate del ?paraiso caribeño?nada. Sólo rocas y aguas turquesas.  Actualmente en las zonas costeras de Cancún y la Riviera Maya es innegable la grave erosión que presentan las playas, que se han visto notablemente reducidas y que ya poco se parecen a aquellas postales que presumían una arena blanca, fina y abundante. Una especie de escalón arenoso, que puede llegar a medir hasta un metro y medio de altura en algunas zonas, complica el paso de los turistas a orillas del mar.
A esto se suma la cerrazón del gobierno federal, a través de Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo, que en su momento anuncio, que ya no había recursos para el rescate de playas? negaron cualquier otra inversión para recuperar nuevamente las playas, pues, a decir del funcionario, ?los gobiernos municipal y estatal se habían comprometido a darle mantenimiento a las playas rescatadas del 2006, para evitar un nuevo desgaste y no cumplieron?. Mientras tanto Felipe Calderón anunciaba mayores inversiones a nuevas zonas y complejos turísticos del bajío y norte del País.
Sólo a principios de 2006, a tres meses después del paso de Wilma, el gobierno del entonces presidente Fox pagó 230 millones de pesos a la empresa belga Jan De Nul para que repusiera la arena que el meteoro se había llevado de las playas de Cancún y la Riviera Maya, convirtiéndose en la obra más fastuosa y efimera realizada en México para restituir el frente costero de una entidad federativa. Mediante el uso de dos poderosas dragas holandesas, entre febrero y abril de 2006 la empresa extrajo 2.7 millones de metros cúbicos de arena de un banco marino ubicado al norte de Isla Mujeres, que recolocó a lo largo de 12 kilómetros de litoral, entre punta Cancún y punta Nizuc, dejando playas de hasta 35 metros de ancho.
No obstante, en menos de un año, comenzó de nuevo el desgaste sin que se volviera a retomar proyecto alguno para tratar de revertirlo.
Ahora, casi dos años después y tras el paso del huracán Dean en agosto de 2007, la situación antoja nuevamente una inversión magnánima, la cual, tras la negativa de Elizondo y el gobierno federal, debe buscarse entre quienes más se benefician de las playas, es decir, hoteleros y gobiernos locales.
Hay un fideicomiso para el rescate y mantenimiento de las playas conformado por empresarios y los gobiernos estatal y municipal comenzará el mes próximo un proyecto similar al que realizó Jan De Nul pero financiado con recursos locales provenientes del impuesto de hospedaje. Se trata nuevamente de la instalación de un geotubo que rellenará las playas afectadas no sólo de la zona hotelera sino de todo el municipio con un millón 300 mil metros cúbicos de arena.
Según un informe Diagnóstico de los procesos de erosión en las playas arenosas del Caribe, elaborado por investigadores del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA) para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en marzo del 2003, asegura que ?el impacto que tiene el desarrollo hotelero de Cancún en los procesos de erosión de la playa constituye uno de los ejemplos más notorios de la destrucción y alteración física que genera el hombre cuando desarrolla el turismo sin un adecuado plan de ordenamiento ambiental?.
Afirman que, ciertamente, la acelerada erosión que se observa en las playas del Caribe es  resultado de la combinación de ?complejos fenómenos naturales relacionados con la elevación del nivel del mar,  la intensificación de las tormentas tropicales, el déficit en la producción natural de arenas y ajustes tectónicos actuales de la corteza terrestre?.
Sin embargo, la identificación de las causas de la erosión de una playa se hace más confusa cuando sobre ella inciden directamente ?acciones irreflexivas del hombre, como son la extracción de áridos para la industria, la construcción de carreteras y hoteles sobre las dunas, el represamiento o desvío de ríos, así como la instalación de marinas y puertos que alteran la dinámica del litoral?, se lee en el documento.
Lo lamentable en el caso de Cancún, según los investigadores, es que ?la decisión de basar el desarrollo hotelero en función de la explotación del recurso playa hizo que las instalaciones turísticas próximas al mar se extendieran rápidamente, desconociéndose las leyes naturales que rigen el comportamiento dinámico de las costas arenosas?.
Los expertos explican que anteriormente, la arena arrasada fuera de la playa durante los huracanes resultaba compensada por el ingreso de nuevo material aportado por los restos esqueléticos de organismos marinos, pero en los tiempos recientes, con la sustitución de las dunas por las instalaciones turísticas ?y a consecuencia de los cambios climáticos globales, se advierte la disminución en la producción de arenas biogénicas, lo que unido a la continua elevación del nivel del mar ha provocado un desbalance negativo tendiente a la desaparición de estas playas?.
Marzo era
la fecha...

El pasado 18 de diciembre de 2008, se anunció que en marzo del presente año, se iniciará la colocación de estructuras para  la recuperación de playas de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel, se realizará a través del vertimiento de 6 millones de metros cúbicos de arena y de la colocación de estructuras en diversas zonas, según anunció, Gustavo Arvizu Lara, representante de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y encargado de la presentación del proyecto. Arvizu Lara explicó que los trabajos de recuperación de playas se realizarán en tres etapas, en la primera de ellas se retirarán los geotubos y todas las estructuras colocadas individualmente por los hoteleros, posteriormente se realizará el vertido de los 600 millones de metros cúbicos de arena. La segunda etapa será la del monitoreo de los resultados y la tercera del sostenimiento y mantenimiento de los arenales. Recordó que antes de los huracanes Gilberto y Wilma se calculaba que en los 12 kilómetros de playas de Cancún, entre Punta Nizuc y Punta Cancún, se tenían entre 8 y 9 millones metros cúbicos de arena; luego del impacto de los meteoros quedaron alrededor de 700 mil metros cúbicos. Durante el rescate de playas de 2006 se colocaron 2.7 millones de metros cúbicos, y actualmente, con la erosión natural, sólo restan entre 2 y 2.5 millones de metros cúbicos.
Detalló que la estrategia para Cancún será la de cerrar el arrecife que se ubica en Punta Cancún con la colocación de una estructura de unos 315 metros de largo con el objetivo de que se forme una playa de aproximadamente 40 metros de ancho. Se espera que junto con la tendencia de las corrientes marinas y el oleaje, los arenales se queden retenidos. ?En Punta Cancún, (se pretende) aprovechar el arrecife que hay, cerrarlo, ya sea con roca o con alguna estructura artificial, para que los sedimentos que son transportados en este sentido (norte-sur) se atoren parte de ellos, se forme playa, y se haga una especie de tapón, y el ancho de playa seca, que pensamos puede llegar a 40 metros, se conserve mucho más tiempo. La estructura tendría 315 metros de largo?  Gustavo Arvizu comentó que el caso de Playa del Carmen, donde se depositarán 800 mil metros cúbicos de arena a lo largo de 4.2 kilómetros, es similar al de Cancún, salvo que el oleaje va de sur a norte. Dijo que el muelle fiscal ha generado por una parte una acumulación de sedimentos de un lado, pero en detrimento de otro, lo que ha provocado su erosión.
El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Elvira Quezada, señaló que con este proyecto se pretende lograr la conservación de los arenales a largo plazo. El funcionario comentó que la erosión de las playas no es un asunto privativo de Quintana Roo y lo atribuyó al cambio climático, por lo que se requiere de programas a largo plazo y perdurable. La proyección es que los trabajos inicien el 30 de marzo y concluyan el 30 de julio, y los recursos provendrán del financiamiento de Banobras, de la recaudación de un porcentaje del derecho de la Zofemat y de la aportación estatal y municipal. Nunca es tarde para empezar; pero empezar tarde; ya no se puede amentar y sería fatal que luego se lamente que en los próximos años Cancún sólo sea, un centro de congresos por su infraestructura; o un méseo, o un lugar  de paso para las nuevas zonas turísticas de la Riviera Maya y del Estado de Quintana Roo y otras zonas turísticas del país..