CATALINA LLUVIAS: mujer que no se rinde

INTRODUCCIÓN:

 

- Esta mujer es un vivo ejemplo de que cuando hay amor al trabajo y dedicación por el mismo, ni la fuerza de un huracán puede quitarle las ganas de sacar adelante a su familia. Tras el paso de "Wilma" Catalina comenzó con unas mesitas vendiendo cinco kilos de ceviche y ahora ella es la propietaria del restaurante más grande de la zona de Playa Tortugas.

 

Eduardo Rivera

 

?Dios nos da las cosas cuando estamos preparados para recibirlas?; es la filosofía que la vida le ha enseñado a esta mujer empresaria que ha enfrentado crisis muy fuertes como las originadas por los huracanes "Gilberto" y "Wilma", en donde muchas personas tuvieron que emigrar de este destino ante la falta de oportunidades, sin embargo esta situación hizo que Catalina Lluvias Gutiérrez, se fortaleciera aún más para consolidar en Cancún y brindar fuentes de empleo a doce familias, gracias a su restaurante que abrió en Playa Tortugas llamado ?Paradise Daiquiri Bar?, el cual es hoy el mas grande de esa zona.

 

¿Qué actividad realizabas antes de abrir ?Paradise...??

 

Desde que llegué a Cancún en 1987, adquirí experiencia en el área de alimentos y bebidas gracias a dos restaurantes que tuve, uno en la Av. Tulum y años después otro en la Ruta 4 de esta ciudad, posteriormente dejé el negocio de la comida y me dediqué a lo que a mi me gusta, el deporte. Trabajaba como encargada del área fitness en el hotel JW Marriot, ya que siempre he sido una mujer amante del ejercicio, y en ese tiempo mi meta era salirme de trabajar del hotel para poner mi propio gimnasio, sin embargo ocurrió la llegada del huracán Wilma, en donde todas las oportunidades relacionadas con lo que me gustaba se cerraron.

 

¿Qué hiciste después de Wilma?

 

Fue muy difícil ya que tenía a mis dos hijos y pasé seis meses sin empleo, recuerdo que Cancún estaba prácticamente en ruinas y no había oportunidades. En una ocasión después de recorrer la zona hotelera sin conseguir empleo, hice una pausa y con lágrimas en los ojos le pedí a Dios que me diera una oportunidad para seguir adelante en Cancún y ayudar a otros que estuvieran en mi situación, y a la semana me encontré a una persona que era mi cliente desde que tuve hace años el primer restaurante y para mi sorpresa resultó ser el dueño de la plaza en Playa Tortugas, y el mismo me ofreció abrir el restaurante.

 

¿En qué condiciones lo abriste?

 

El local era pequeño, y con el poco dinero que tenía decidí abrir el negocio comprando cinco kilos de ceviche, unos cuantos platos y vasos desechables, además de algunas sillas y unas cuantas mesas de plástico, para mi sorpresa el primer día aunque no había muchos turistas vendí 10 mil pesos, mismos que invertí de nuevo, multiplicando de esta manera la venta, lo cual me llevó después de un tiempo a poder ampliar el restaurante.

 

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que abriste el restaurante por primera vez?

 

Mi vida ha cambiado muchísimo, pero lo mas importante es que ahora el restaurante es el sustento para 12 familias que trabajan conmigo, y dentro de mis logros personales es algo muy significativo, ya que es el establecimiento mas grande de Playa Tortugas. Alguien que me ayudó desde un inicio fue mi hijo, los dos lo atendíamos al inicio, y ahora el gracias a este negocio está estudiando su carrera en Londres.

 

¿Cuáles son ahora tus aspiraciones?

 

Tengo la firme idea de abrir un lugar de atención para adultos mayores.

 

"En una ocasión después de recorrer la zona hotelera sin conseguir empleo, hice una pausa y con lágrimas en los ojos le pedí a Dios que me diera una oportunidad para seguir adelante en Cancún y ayudar a otros que estuvieran en mi situación, y a la semana me encontré a una persona que me cambió la vida".

CATALINA LLUVIAS

Comerciante ejemplar