Dec 05,2007 00:00 by redaccion UN VIAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO El Museo de las Ciencias "Universum" abre una sala que se remonta a los primeros ancestros del hombre. En la actualidad es común escuchar que el hombre desciende del mono, frase que si bien tiene un trasfondo científico, es una interpretación errónea de los estudios de Charles Darwin, cuyo postulado detalla que los humanos y los chimpancés tienen un ancestro común, pero que cada especie evolucionó de manera distinta. Esta explicación, así como muchas otras en torno de los humanos y su origen, pueden descubrirse al recorrer la sala Evolución, Vida y Tiempo, en el Museo de las Ciencias Universum, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Distribuida en ocho secciones temáticas, este espacio con más de un centenar de piezas arqueológicas y equipos computacionales interactivos, se remonta a más de tres mil años en el pasado; sin embargo, pone especial énfasis en los últimos 3.5 millones, cuando los primeros ancestros del hombre, los Australopithecus, comenzaron a migrar del centro de África al continente asiático y posteriormente a Europa y América. Para emprender esta aventura, el visitante podrá viajar de manera interactiva a bordo del Beagle, el barco en el que Darwin recorrió por cinco años diversos lugares del planeta, desde el puerto de Davenport, Inglaterra, hasta Brasil, la Tierra de Fuego, las Islas Galápagos (frente a las costas de Ecuador) y Australia, y que fueron base para la publicación de su libro "El origen de las especies". Sin embargo, antes de acompañar a Darwin en su travesía, se podrán conocer las ideas creacionistas que predominaban en el mundo para explicar el origen de los humanos a partir de un comienzo divino. Los cráneos muestran que a pesar de mantenerse casi un mismo tamaño, la cavidad del cerebro creció y permitió dar origen a un pensamiento más complejo. En la sala se encuentran modelos como el Australopithecus, de 1.20 centímetros; el Neandertal de 1.65 o el Homo habilis de 1.70. |