Oct 08,2007 00:00 by redaccion Alertan empresarios y pobladores sobre codicia de Isaac Hamui Abadi que pretende apoderarse de la mayor parte de los recursos del fondo de desastres; el "magnate de la corrupción" no ha invertido nada en el zona afectada Alertan en Mahahual sobre codicia de Isaac Hamui Abadi Rapiña por recursos de desastres El magnate de la corrupción no ha invertido nada en el zona afectada Agustín Ambriz Considerada como la terminal de cruceros número uno del mundo, la infraestructura portuaria quintanaroense ha sufrido en el último trienio los estragos del paso de huracanes categoría 5 con los colaterales efectos negativos en la economía estatal, además de la posterior rapiña política y empresarial de los fondos del programa federal de desastres. La destrucción que ahora dejó Dean en el muelle de cruceros en Mahahual, paralizó la actividad turística en la Costa Maya, afectó a más 200 hoteleros y comerciantes, cerró la fuente de ingresos de unas dos mil familias de la región, pero también disminuyó los bolsillos del empresario libanés Isaac Hamui Abadi, quien desde 2002 inexplicablemente detenta la concesión del embarcadero y el centro comercial que operaba hasta antes del huracán. Después de casi dos meses del paso de Dean, la única inversión que habrá para reactivar la economía regional son los 500 millones de pesos que, en reciente gira por Mahahual , anunció el presidente Felipe Calderón para los afectados por el huracán. En el mismo acto, que fue su quinta visita a esta zona de desastre, el gobernador Félix González Canto reiteró que con estos recursos su gobierno construirá “un nuevo Mahahual”, con muelle e infraestructura anticiclónica. Lejos del júbilo, hoteleros, comerciantes y trabajadores de la Costa Maya, quienes estiman sus daños en más de 450 millones de pesos, temen que los recursos federales vayan a seguir beneficiando los bolsillos del empresario Hamui Abadi, pues tan sólo la construcción de un nuevo muelle rebasa los 165 millones de pesos. Señalado como prestanombres del ex gobernador Joaquín Hendrix y acusado de apoderarse con violencia de amplias zonas de playa, el empresario libanés ha mantenido el terror en este lugar contra quienes se oponen a sus designios. Aunque en algunas entrevistas el empresario ha dicho que también invertirá en la reconstrucción de Mahahual, hasta la fecha no ha dicho cuánto aportará. Hamui es socio mayoritario del Cancún Center y propietario del barco casino Midnight Gambler, que durante mucho tiempo intentó, sin éxito, obtener el permiso federal para que la embarcación navegara por aguas de la bahía de Chetumal, pero quedó restringido a operar únicamente en aguas de Belice. “Lugareños de Mahahual me han manifestado su enorme preocupación sobre el destino que tendrán esos recursos pues temen que sólo vaya a beneficiarse a unos cuantos poderosos”, comenta el diputado Julio Rodríguez Herrera, presidente de la Comisión de de Ecología y de Asuntos Agropecuarios, Forestales y Pesqueros. “Me parece que a Mahahual no se le está dando la importancia que merece, añade. Estamos hablando de que en 2006 por esa terminal porturaria arribaron 365 cruceros, 25 por ciento de los más de mil 460 a nivel estatal; e ingresaron 750 mil turistas, 22 por ciento del total de 3 millones 350 mil cruceristas que se registraron en el estado durante el mismo periodo”. Desafortunadamente, considera, ese asunto ya se politizó y sería bueno que si se va a empezar la construcción de un nuevo Mahahual, primero deben clarificarse las condiciones y criterios que se tomaron para otorgar la concesión del muelle al señor Isaac Hamui, porque estos espacios son propiedad estatal. Adelanta que como diputado presentará un punto de acuerdo solicitando al gobernador Félix González Canto un informe detallado la situación jurídica del muelle. “Hay una preocupación natural de la población de saber qué va a pasar con la mayoría de los comercios en ruinas. Se preguntan si los recursos serán para levantar sus comercios o para la infraestructura pública o para beneficiar al poderoso empresario”, dice. A 145 kilómetros al noroeste de Chetumal, Mahahual es un pueblo tradicional de pescadores enclavado en pleno corazón la Costa Maya, una franja de 58 kilómetros de plata que va de Punta Herrero a Xcalak. Su ubicación tropical, mantiene cálida las aguas de la región y esto lo convierte en una atracción para los amantes del buceo que aquí descubrirán innumerables formaciones de coral, esponjas marinas, tortugas, delfines, caballitos de mar, manatíes y miles de peces de arrecife. Desde el sexenio pasado Mahahual incursionó de lleno al turismo portuario, al grado de que hoy es la segunda terminal de cruceristas en el estado, después de Cozumel que anualmente rebasa los 950 arribos. Fue el ex gobernador Hendrix quien le dio impulso a este puerto y para ello brindó todas las facilidades al empresario Hamui Abadi, quien hasta antes del huracán controlaba el dinero de los cruceristas formando una especie de mercado embudo donde las jugosas ganancias se quedaban en su centro comercial y después los turistas podían visitar el pueblo. A nivel local, los empresarios hoteleros calculan que sus daños provocados por Dean fueron de 434 millones de pesos y por las afectaciones al muelle de Mahahual se estiman otros 165 millones de pesos. “Estamos empezando de cero”, responde categórico el dirigente hotelero Juan Fernández Carrillo cada que hace su diagnostico de los desastres. La afectación más seria, afirma, se dio en la zona de Mahahual donde antes del huracán operaban 200 hoteles con un total de 8 mil 23 habitaciones, que representan el 11.8 por ciento de la infraestructura hotelera del estado, que es de 77 mil 835 habitaciones. Esta zona económica da empleo a unas 2000 familias de los municipios de Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos y Pavón. Lo único que los pobladores de la Costa Maya han recibido del gobierno local es el compromiso del gobernador Felix González Canto, quien ha visitado cinco veces la localidad después de Dean y se ha comprometido a construir un nuevo Mahahual, con infraestructura anticiclónica, capaz de aguantar vientos con velocidades de 300 kilómetros por hora. En su última visita solo a Mahahual, el pasado 19 de septiembre, el ejecutivo estatal dijo a los pobladores que la reconstrucción de será parte del proyecto Gran Costa Maya. “Mahahual, enfatizó, no volverá a ser como antes, sino que será un nuevo Mahahual…, mejor que el de antes del huracán”. En el marco del evento en que Angel Sierra Ramírez, titular del Fondo Nacional de Apoyos a Empresas Sociales (Fonae), entregó apoyos por la cantidad de ocho millones de pesos a 21 empresas de la región, el mandatario estatal recordó que hace dos años Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen y Cozumel quedaron devastados con el paso de Wilma y dijo que la rápida reconstrucción de las zonas devastadas colocó a Quintana Roo en el estado líder en recuperación de desastres naturales. “Lo mismo vamos hacer en el sur de Quintana Roo, ahora, con más experiencia y con la ayuda del Gobierno Federal”. Durante la administración de González Canto, la inversión programada para la infraestructura marítima del estado fue de 53 millones de pesos de los cuales se habían invertido hasta diciembre de 2006 poco más de 39 millones de pesos para obras de modernización, ampliación, rehabilitación y mantenimiento de las principales terminales marítimas, entre ellas Mahahual, que fue arrollado por Dean el pasado 22 de agosto. Raíces de corrupción La administración del gobernador Joaquín Ernesto Hendricks Díaz dejó una larga estela de de impunidad, corrupción y protección a empresarios sin escrúpulos y servidores públicos deshonestos. Ejemplo de ello es la ayuda que le brindó a personajes pudientes pero con oscuros antecedentes, como Isaac Hamui Abadi – propietario del muelle de cruceros de Mahahual, dueño del Centro Convenciones de Cancún, desarrollador inmobiliario en Playa Holbox, impulsor de casinos y su presunto prestanombres– y Raúl Luis Martins Co-ggiola. A estos personajes los une su amistad con Jean Succar Kuri, pederasta en desgracia, y Kamel Nacif Borgue, el llamado Rey de la mezclilla. Raúl Luis Martins, Isaac Hamui Abadi y Joaquín Hendricks Díaz se han apoderado del estado de una manera arbitraria, donde el primero sería el encargado de mandar y ofrecer mujeres extranjeras a sus amigos y clientes, ya sean fiestas privadas, mansiones, yates o cruceros. Joaquín Hendricks Díaz es, de acuerdo a la vox populi, el gobernante que menos se preocupó por Quintana Roo, pero en cambio se sirvió del cargo para realizar múltiples negocios familiares y personales, en algunos de los cuales habrían participado Isaac Hamui Abadi y Raúl Luis Martins, pues afianzaron una sociedad político-económica donde se apoderaron de varios terrenos. Cuando estuvo en el poder, Hendricks Díaz aprovechó también el negocio agrario, que provocó la destitución de su brazo derecho, Francisco Garibay Osorio, quien se encargó durante el sexenio de su amigo de operar una mafia agraria al servicio de Arturo Mollet Reyes, quien mediante una empresa del ramo abusó de ejidatarios. La desajenación de tierras durante el sexenio de Hendricks Díaz le permitió al empresario Isaac Hamui Abadi atentar y amenazar a todo aquel habitante incómodo de la costa maya, de la cual se dice dueño absoluto. Cabe recordar que el tesorero de la asociación de colonos del poblado Hermanos Flores Magón, Mauro Colli Orozco, denunció que teme por su vida, al igual que todos los que conforman la organización, por los embates y amenazas de gente coludida con Hamui Abadi. Así, de igual forma, el empresario favorito del sexenio pasado, como ave de rapiña, ronda a los nativos de Mahahual, quienes se mantienen en pleito legal por la regularización de miles de hectáreas que el ex mandatario Joaquín Hendricks Díaz puso en bandeja de plata a favor de sus amigos y empresarios deshonestos. Como buen comerciante, Isaac Hamui supo ganarse la confianza de Hendricks Díaz, a quien convenció de los múltiples negocios que podrían realizarse al amparo del poder, a tal grado de convertir al estado en una virtual sociedad anónima que el empresario libanés ha sabido aprovechar no sólo para mostrar una cara altruista a la sociedad, sino para evidenciar que es el prestanombres del ex mandatario estatal en una estela de corrupción que hoy parecen evidenciar la también relación con la delincuencia y el narcotráfico, por su nexo con el ex agente de Inteligencia argentina, Raúl Luis Martins. También bajo el amparo del poder que ejerció Hendricks Díaz, se logró que Hamui Abadi, como director general del muelle de cruceros ubicado en la Costa Maya, haya hecho y deshecho con la infraestructura de la región. Tan es así que el propio ex gobernador avaló el despojo del balneario privado Chacchi, a cuyos propietarios compró una pequeña parte en poco más de 150 mil pesos, aunque luego se apoderó, bajo amenazas, de toda la superficie, en donde incluso prohibió el paso. La administración de Joaquín Hendricks estuvo llena de corruptelas, como despojos de tierras y propiedades en Mahahual y Playa del Carmen. Aún se recuerda cómo Francisco Garibay Osorio, cuando era titular del Instituto de Fomento a la Vivienda y con la venia del gobernador, se apoderó de cientos de terrenos en la Riviera Maya. Con el apoyo de las fuerzas de Seguridad Pública y de la Policía Judicial del Estado, desalojó con lujo de violencia a los verdaderos propietarios, para luego hacerles firmar los documentos donde éstos vendían sus propiedades. Empero, ahora el panorama parece estar cambiando, pues está saliendo a la luz pública la infinidad de corruptelas realizadas durante la administración de Hendricks Díaz. Si bien las revanchas y venganzas que siempre mantuvo Joaquín Ernesto iniciaron con el deslinde del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, a cuya administración ordenó una auditoría, también lo llevó a enfrentar a otro ex gobernador, Jesús Martínez Ross, quien en un evento hizo molestar a Hendricks Díaz cuando comentó asuntos del pasado: “No hay rencores Joaquín, sólo cuentas por pagar, me quisiste joder pero me la pelaste… y no olvides que aunque te duela yo siempre seré el primer gobernador de Quintana Roo”, fueron sus palabras. Y en referencia a los tan llevados y sonados tráficos de influencias, la diputada del Sol Azteca en la actual Legislatura del estado, Inés López Chan, señala que se está integrando un expediente para tomar cartas en el asunto y evitar que personajes influyentes como Isaac Hamui y Raúl Luis Martins puedan hacer de las suyas en agravio de los quintanarroenses. La legisladora explica que las amistades y las influencias mal utilizadas ocasionan un grave problema social a la hora de despojar a las familias de sus propiedades, y entonces no cree que el gobernador del estado, Félix González Canto, se quiera echar a cuestas un problema permitiendo la arbitrariedad en agravio de los colonos del ejido Hermanos Flores Magón y a favor de empresarios como Hamui Abadi y los Hendricks Díaz. |