Jan 08,2009 00:00 by basare Es producto de megadesfalco a miles de ancianos jubilados por lo que su propietario, Michael E. Kelly enfrenta 14 cargos por desvío de casi 500 millones de dólares CANCÚN, Q.ROO M. ANTONIO SALINAS En el seguimiento del juicio al megafraude en Puerto Cancún, los afectados demandarán en la Corte de Estados Unidos de Norteamérica la nulidad de las operaciones inmobiliarias de Puerto Cancún y a quienes hayan adquirido predios en el desarrollo inmobiliario propiedad de Michael Eugene Kelly, tras comprobarse que para su adquisicion utilizó más de 300 millones de dólares defraudados de fondos de pensiones en los Estados Unidos. Entre los catorce cargos que la fiscalía presentó contra Kelly, producto de las investigaciones realizadas a las operaciones financieras del otrora ejemplar empresario estadounidense, que logró corromper a los más altos niveles de las autoridades de Cancún, resalta la conclusión numero veintiocho en la que se comprueba que Michael Eugene Kelly utilizando diversas compañias mexicanas, estadounidenses y panameñas, defraudó más de 500 millones de dólares utilizando él, sus familiares y sus socios, porciones significativas de los fondos para su beneficio personal, incluyendo la compra de hoteles, casas, yates, automóviles, un avión privado y la conocida discoteca The City, enclavada en la Zona Hotelera de Cancún, asi como el desvio de al menos 300 millones de dólares para la adquisición y desarrollo del Proyecto Inmobiliario de Puerto Cancún, producto del desfalco a los fondos de pensiones de los miles de ancianos a los que logró engañar y timar. RED DE COMPLICIDAD Y CORRUPCIÓN Cabe recordar que en su momento, Kelly contó con todo el apoyo de varias de las mas importantes autoridades de Quintana Roo como el ex gobernador del estado, Joaquin Hendricks y el ex director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) John McCarthy, quienes lo reconocian como un "Empresario Ejemplar", y se prestaron a todos y cada uno de sus caprichos en el desarrollo del proyecto. Las irregularidades y complicidades del proyecto de Puerto Cancún no tienen fin, comenzando por su adquisicion, a precios fraudulentos muy por debajo del mercado, argumentando que era a cambio de que el Gringo nos hiciera el favor de invertir en nuestro estado. Pasando por la complicidad de Gomez Mont, el actual director de FONATUR, quien sirvió de tapadera de los sucios negocios de McCarthy y Kelly y permitio que siguieran adelante. Hasta la nula intervencion de las autoridades de la SEMARNAT y la PROFEPA, que cuando a sus intereses conviene, pregonan ser guardianes del medio ambiente y actuan con todo el rigor de la ley, pero tratándose de Puerto Cancún permitieron que se consumara el más devastador de los proyectos, destruyendo una de las barreras y ecosistemas más importantes que protegían a la ciudad de los temporales autorizando incluso alteraciones ambientales como el dragado de los terrenos, para la construccion de drenes y canales para a navegacion marítima. Es bueno hacer memoria de cómo fue aprehendido Michael Eugene Kelly, el pasado diciembre de 2006; acusado de estafar entre 1999 y 2004 a cientos de inversionistas estadounidenses con supuestos tiempos compartidos de sus hoteles, a través de agencias de viajes y aseguradoras, por más de 400 millones de dólares, fue arrestado Michael Eugene Kelly por el Federal Bureau of Investigations (FBI) en Jacksonville, Florida, EUA, este viernes 22 de diciembre. La detención cobra gran relevancia para el sector privado de la entidad, pues el empresario norteamericano posee inversiones en territorio quintanarroense por más de 200 millones de dólares. Michael Kelly es dueño de la cadena de hoteles Avalon Resort, empresas como Yucatán Resorts, Universal Lease, Galaxy Property Managament, la discoteca The City, la ensambladora de Autos Avanti. El Grupo Kelly se conforma también por los hoteles Avalon Excalibur Acapulco y el Avalon Panamá; la marina Bluewater, la arrendadora Zipp y el Club de Golf "Pok ta Pok" y está a cargo del megadesarrollo turístico e inmobiliario más importante del Caribe mexicano: Puerto Cancún. Las acusaciones de los fraudes cometidos por el empresario de origen estadounidense eran conocidas tanto por el gobierno federal, como el estatal y municipal. A pesar de ello, el FONATUR le abrió las puertas y lo colocó como el principal propulsor del proyecto Puerto Cancún. Ante el riesgo inminente que generaba la situación de Kelly, en 2004 se instituyó un fideicomiso para proteger la inversión que sobrepasaba los 100 millones de dólares. En ese entonces su creación se justificó bajo el argumento de que era una manera de transparentar todas las transacciones de compra/venta que se realizaran en el predio y para ello se formalizó el fideicomiso entre Banco Invex, FONATUR y Promotora de Desarrollos de Puerto Cancún. Otra medida para proteger la inversión fue cambiar al responsable del proyecto, por lo que en lugar del empresario quedó su hijo, Michael Kelly junior, para prever, tal como ocurrió, cualquier inconveniente y evitar cualquier acción legal de las autoridades americanas en contra del mismo. Puerto Cancún es uno de los proyectos más ambiciosos que se desarrollan en la zona hotelera. Fue tomado el 17 de julio del 2003 por Kelly, tras una frustrada negociación con empresarios locales que declinaron participar. El predio ocupa 340 hectáreas en las que hasta la fecha se han invertido más de 85 millones de dólares, aunque se calcula que en 10 años la inversión total será de más de mil millones de dólares. Los planes indican que la última etapa de la infraetructura estaría concluida en julio de 2009. Mientras tanto, la edificación de los diversos proyectos de desarrolladores inversionistas ha dado inicio, y la entrega de los primeros lotes residenciales unifamiliares está calendarizada a partir de julio del 2009. El Plan Maestro de Puerto Cancún contempla una marina de Cancún, un campo de golf profesional, así como una zona hotelera, residencial y comercial, que sumarían un total de cuatro mil 179 habitaciones, un malecón y una marina con capacidad para 350 embarcaciones. Dentro de este megadesarrollo se están construyendo macrodesarrollos, dentro de los cuales se encuentra Novo Cancún, de la empresa española Hansa Urbanam Isola Cancún Towers, Gicsa, Maioris Internacional, Acrosur, Diomeda Community, Con Towers y Bella Vista Towers y recientemente Las Olas, del grupo Pininfarina. No obstante, los principales compradores de Puerto Cancún son empresarios cancunenses que exigirán las garantías necesarias para su inversión. Al respecto, llama la atención la constante protección que las autoridades de los tres niveles de gobierno otorgaron al empresario, a pesar de las acusaciones en su contra. Delincuente internacional Hasta el 28 de diciembre pasado, cuando fue detenido por la FBI y recluido en una cárcel de Chicago, Michael Eugene Kelly era un respetado e influyente hombre de negocios, cuyo nombre abría puertas en las oficinas públicas vinculadas con la actividad turística, pues era el principal accionista de un magno complejo: Puerto Cancún, que se edifica sobre casi 300 hectáreas e incluye la construcción de, por lo menos, ocho hoteles de lujo, condominios, comercios, cines y una marina para el atraque de 300 embarcaciones. Al proyecto se opusieron los grupos ecologistas, en especial de Quintana Roo, porque afectaba varias hectáreas de manglar y expandía al extremo la zona hotelera, ya de por sí saturada y con la competencia de la Riviera Maya. Era mejor consolidar Cancún y evitar más polarización social y económica. Pero las instancias gubernamentales no escucharon éstas ni otras razones y dieron a Kelly carta blanca para su multimillonario proyecto en dólares, en el cual también participan los grupos mexicanos GICSA y Hansa Urbana, entre otros. El honorable señor hoy es acusado de defraudar a más de mil 200 personas, especialmente jubilados y de la tercera edad, con el negocio de los tiempos compartidos en Cancún, adonde algunos fueron invitados con gastos pagados para que vieran en vivo dónde invertían sus ahorros de toda la vida. De esa manera, cientos de ciudadanos del vecino país entregaron a Kelly, vía un agente de bolsa, sumas que varían entre 20 mil y 50 mil dólares por persona; a cambio les ofreció devolverles su inversión a corto plazo, además de que recibirían una utilidad mayor a 10 por ciento. El gobierno estadunidense puso a disposición de los estafados por Kelly varias líneas telefónicas para que aporten datos sobre el monto que dieron al "inversionista". Se calcula que el fraude puede ascender a 500 millones de pesos. |