Resurge el PRI

NOTICIAS DE CANCÚN, QUINTANA ROO

J. BASILIO ARÉVALO CAMPOS

El proceso electoral que culminará en los comicios del 5 de julio de 2009 en México, inició formalmente en la primera semana de octubre de 2008 y lo hizo en momentos en que la agenda pública está dominada por problemas económicos y de inseguridad.

Del 25 al 28 de septiembre, la prestigiosa Consultoría Mitofsky realiza un sondeo entre 100 secciones electorales de la República Mexicana, cuyos resultados evidencian un repunte en las preferencias electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) rumbo a los comicios del 2009, alimentado por un breve comparativo señalado y publicado en este medio el pasado 26 de septiembre de 2008.

Como recordatorio pertinente, en las últimas cuatro elecciones federales ningún partido ha logrado la mayoría absoluta de los 500 diputados de que consta la Cámara de diputados; sin embargo fue hasta la más reciente, en 2006, cuando el PRI dejó de ser la primera fuerza para
ceder al PAN e incluso cayendo al tercer lugar ya que el PRD obtuvo la segunda posición.

Cuando los comicios se ven lejanos pero los problemas se ven cercanos, uno de cada ocho mexicanos dice estar muy interesado en la política pero seis de 10 se dicen poco o nada interesados.
Cuando inicia formalmente el proceso electoral, uno de cada cinco mexicanos confía mucho en el Instituto Federal Electoral (IFE) y uno de cada seis presenta una confianza baja.

Nuevamente analizando las cinco condiciones de la contienda rumbo al 2009, se observa algunas diferencias por grupos poblacionales. El PRD presenta bajos niveles en todas las edades, aunque conforme crece la edad también crece la intención de votar por él; lo mismo pasa con la escolaridad donde su votación crece para los que tienen menos años de educacióin formal.
El PRI se ve favorecido por los niveles socieconómicos bajos. El PAN acumula más simpatías entre los jóvenes y en los estados económicos altos.

Quienes aprueban el trabajo del Presidente (panista) Calderón, que son aproximadamente seis de cada 10 mexicanos, conservan ligera ventaja en las preferencias a favor del PAN, pero no rechazan al PRI; en cambio, quienes no aprueban la labor del Presidente sí votan en su mayoría por el PRI dejando al PAN con apenas nueve por ciento.
Por regiones, el PRI conserva clara ventaja en el sur y ha tomado distancia en el norte y en el centro, donde hace cuatro meses se presentaba una situación de mayor competencia.

PREFERENCIAS ELECTORALES

El 5 de julio de 2009 los mexicanos podrán elegir autoridades locales en 11 entidades, entre ellas seis gubernaturas, aunque en todo el país los mexicanos podremos votar para renovar la Cámara de Diputados, y es esta contienda únicamente por la que se reportan las preferencias electorales.

Al igual que la identidad partidista, las preferencias electorales muestran un avance del PRI que sube a 32 por ciento y aventaja hoy, a nueve meses de los comicios, por ocho puntos porcentuales al PAN y dejan ambos muy abajo al PRD que apenas logra 11 por ciento de las preferencias electorales.

Cabe aclarar que en este momento las preferencias anteriores se refieren al 100 por ciento de mexicanos y son las preferencieas "brutas" sin hacer modelos ni estimar cuál sería la votación efectiva.

Como señala Mitofsky en su reporte, la ventaja que presenta el PRI no es extraña dado lo favorable del calendario electoral, y esa condición ya se había observado justo hace seis años cuando el PRI ocupaba la primera posición en las preferencias y el PRD aparecía en condiciones muy similares a las de hoy.


IDENTIDAD PARTIDISTA

En el estudio anterior se mostró como el sentimiento de identificación con algún partido político había cambiado de un liderazgo panista a uno priísta regresando a un estado de cosas muy similar al de hace años; es esta ocasión donde se ratifica esta tendencia aunque observamos al priísmo por primera vez en años ligeramente arriba del 30 por ciento y al PRD en su punto más bajo en todo el sexenio.

En 2003, recién transcurridos los comicios intermedios durante el sexenio anterior, el PRI y PAN compartían identidades y el PRD apenas alcanzaba 10 por ciento, conforme se avanzó a la definición de candidaturas el PRI y el PRD fueron creciendo a costa del panismo, pero después de los comicios de 2006, el priísmo se desplomó a sus mínimos históricos.

Durante este sexenio hubo un primer traslado de identidades del PAN y del PRD al PRI, generadas por los ciudadanos que lo habían abandonado para dar más utilidad a su voto en 2006, pero que ante comicios locales retornaron su identidad original, y durante 2008, el incremento del PRI se ha dado a costa del PRD que por primera vez aparece abajo del 11 por ciento.
El priísmo basa su avance en su ganancia de identidad partidista en el sureste.

RECHAZO A PARTIDOS

De los tres partidos con mayores posibilidades, el PRD incrementó el rechazo que genera entre los ciudadanos y se mantiene como el partido más rechazado, el día de hoy el 47 por ciento dice que no votaría por él.

El PRI aparece nuevamente como el menos rechazado, lo que es consistente con su recuperación en simpatías, por su parte el PAN, prácticamente mantiene su mismo nivel con 27 por ciento de los ciudadanos negando la posibilidad de votar por él.