La nave de Aeroméxico, procedente de Cancún, aterrizó en una zona especial del aeropuerto capitalino tras las amenazas de bomba; saldo blanco
Ciudad de México
Un avión de Aeroméxico procedente de Cancún a la ciudad de México con 104 pasajeros fue secuestrado la tarde de este miércoles y retenido durante una hora y 20 minutos por un pastor de origen boliviano, que amagó con detonar una supuesta bomba si no le permitían entablar comunicación con el presidente Felipe Calderón.
José Marc Flores Pereira, de origen boliviano, estuvo preso en el penal de Santa Cruz, es adicto a las drogas y alcohólico y fue el único responsable del secuestro, según la presentación que se hizo a los medios tras su detención en un operativo de la Policía Federal en el que, tentativamente otros seis sujetos fueron arrestados como sospechosos.
En imágenes difundidas por la televisión se pudo ver que al menos seis hombres esposados fueron bajados del avión, matrícula EIDRI, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y conducidos por policías federales y personal militar hacia un camión blindado.
Los pasajeros, al menos 104, del vuelo comercial 576 fueron liberados, todos a salvo, luego de más de una hora que la aeronave permaneció en una pista del AICM rodeada de policías federales y militares, quienes ingresaron a la misma por la parte trasera.
El secuestrador decía tener un artefacto explosivo, que resultó falso, según las autoridades, y amagó con hacerlo estallar si no se le permitía hablar con el mandatario de la República. Según testigos mostró un paquete enrollado con cinta canela y con varios cables a la vista, y dijo que lo haría estallar, según información difundida por el programa De una a tres, de Jacobo Zabludovsky y confirmada esta tarde por la SSP.
Asimismo, se dijo, el secuestrador pidió a los pilotos que la aeronave diera vueltas en el aire, pero éstos respondieron que no tenían combustible, por lo que tuvieron que aterrizar en la cabecera 23, entre las posiciones 1 y 5, punto cercano al bulevar Puerto Aéreo.
El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Francisco Molinar Horcasitas, confirmó el secuestro, pero negó que los sujetos portaran un artefacto explosivo. "No había bomba", sostuvo en entrevista.
PASAJEROS NI SE ENTERARON
Leonardo Sánchez, uno de los voceros del aeropuerto, explicó a la prensa que "la amenaza se originó en pleno vuelo". Sin embargo, pasajeros entrevistados por Televisa señalaron que la gente a bordo solamente se enteró del secuestro cuando aterrizó el avión.
"Realmente no supimos lo que pasó", dijo la pasajera Rocío García, aclarando que les avisaron por los altavoces del avión de la situación. Por su parte, Adriana Romero, otra pasajera, contó: "Nos dimos cuenta que estaba secuestrado el avión cuando vimos las camionetas de la Policía Federal".
Las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fueron cerradas parcialmente.
En tanto, el presidente Felipe Calderón, según informó Presidencia, permaneció en la residencia oficial de Los Pinos durante todo el incidente, y se trasladó en un momento no determinado al Hangar Presidencial para viajar a Campeche, donde tenía programada una gira.